(i) “La autodeterminación es como una separación matrimonial; hay que crear las condiciones para que alguien se pueda marchar”
https://www.deia.eus/actualidad/politica/2020/02/10/autodeterminacion-separacion-matrimonial-hay-crear/1017063.html
Iruñea – Javier Sádaba (Portugalete, 1940) cumple 80 años en este 2020, y ha iniciado el nuevo decenio en un estado de forma envidiable. Aunque dice que le da más pereza moverse, aún viaja para participar en charlas y mesas redondas. Ahora, dando también a conocer su último libro, Porque soy libertario. Para Sádaba, convencido republicano, vivimos en un ultracapitalismo financiero, donde el poder del dinero manda desbocado, “como si fuera un nuevo dios”. Sádaba sigue siendo un hombre vital e intelectualmente muy activo, y entre lecturas y escrituras se cuelan “sus grandes agarraderos”, que son su hijo, su nieto, y tres o cuatro amigos con los que de vez en cuando comparte conversación y un gin-tonic.
El título de su libro es afirmativo.
-En efecto, pero no es un ensayo dogmático. Es una exposición de por qué soy libertario, y al mismo tiempo una reivindicación. Como ideal me parece lo más apropiada una sociedad de máxima libertad individual y máxima solidaridad. Lo que se llama el socialismo libertario. También añado que lo digo como tendencia.
(…)
-… Lo libertario es una forma de vida y de entender el mundo, y tendría varias características. La libertad es hacerse cada uno a sí mismo, dentro de las limitaciones inmensas que tiene esa libertad. Compartida con todos los demás, lleva a ser solidario e igualitario. El libertario quiere un poder con los otros y no sobre los otros, y está en desacuerdo con el tipo de democracia dominado por el dinero, y de ahí que sea fundamentalmente anticapitalista.
(…)
En el libro defiende el derecho de la autodeterminación. Y observa una contradicción entre la soberanía de los españoles y la indivisibilidad del Estado en el texto de la Constitución.
-Me parece que la idea de nación es oscura, y que lo fundamental es la autodeterminación. De la misma manera que yo me autodetermino para ser libre, un conjunto de individuos puede desear tener un destino determinado. Aunque yo como libertario creo que deberían desaparecer los estados como están ahora, y que se conformara un organismo internacional, tiene que haber grupos humanos con costumbres distintas que se rijan por normas propias. En cuanto a Catalunya, defiendo la autodeterminación, siempre que se haga como creo que debería de hacerse. Como en Quebec, por ejemplo.
(…)
No cree que sea necesaria una mayoría reforzada en ese hipotético referéndum. Ello podría dar lugar a una falta de cohesión en el hipotético nuevo Estado.
-Efectivamente, no tenemos una vara mágica para encontrar una solución absoluta en nada. Siempre tenemos que andar con una cierta incertidumbre. Cuando se dice qué pasa con los que se quedan en minoría, recuerdo que pueden ser de una parte o de la otra, de los que queremos la autodeterminación. Al que pierde hay que darle todas las garantías. El respeto a las minorías es una de las características de una sana democracia.
Cree que no se enfocó bien el ‘procés’, con aquella proclamación sui géneris de independencia. Echa en falta voluntad pactista.
-Sí, es verdad que todo eso ha contado con la cerrazón del ultra nacionalismo español. El artículo segundo de la Constitución va más allá de lo teológico, cuando dice que esta se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española. Ni siquiera la definición de Dios de San Agustín llega tan lejos. Eso es lo que tenemos.
(…)
Por cierto, ¿qué le parece ese nuevo Ejecutivo de coalición?
-Soy muy escéptico. El paso de llevar traje de pana a tocar moqueta y tener coche oficial es terrible, y va a una velocidad tremenda. Les deseo larga vida, eso que quede claro. Si aciertan, pues mejor, pero yo no juego en esa liga. No he votado, les deseo lo mejor, pero no espero nada.
(ii) “NUNCA VOTARÍA A PODEMOS. SON PARTE DE LA CASTA Y ALIADOS DE FALSOS PROGRESISTAS”
http://canarias-semanal.org/art/27010/javier-sadaba-nunca-votaria-a-podemos-son-parte-de-la-casta-y-aliados-de-falsos-progresistas
Javier Sádaba es un reconocido filósofo que durante muchos años ejerció como Catedrático de Ética en la Universidad Autónoma de Madrid. Ha sido profesor en diferentes universidades como Tübingen (Alemania), Columbia (Nueva York), Oxford y Cambridge (Reino Unido). Es miembro del Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona y del Instituto de Ética Clínica Francisco Vallés. En esta entrevista, concedida a Igor Sádaba, el filósofo responde a cuestiones sobre la actualidad política del Estado español, anticapitalismo, nacionalismo o feminismo (…).
POR IGOR SÁDABA PARA CANARIAS SEMANAL.ORG.-
P. ¿Qué le parece que los de Podemos aplaudan al Rey?
R. Me da vergüenza ajena.
P. ¿Votaría a Podemos?
R. A los que gritaban “PSOE-PP la misma mierda es”, sí. A Los que son casta y se alían con falsos progresistas, no.
P. ¿Ha votado alguna vez?
R. En principio, soy abstencionista activo. Sí he votado excepcionalmente. Por ejemplo, a Herri Batasuna en las europeas.
P. Pero habrá alguna razón profunda para no votar.
R. Primero, que yo no voto en una democracia coronada. Segundo, que estoy en desacuerdo con la democracia representativa. Soy partidario de la democracia directa.
P. ¿No considera que estamos en una democracia?
R. No. Porque poco tiene que ver con una democracia libertaria. Y porque la que existe no cumple los requisitos mínimos para llamarse, siquiera formalmente, democracia.
P. ¿Cómo se consigue entonces alcanzar un socialismo libertario, como propone?
R. Antes de nada, diré que dicho socialismo, que es un ideal, consiste en ver realizadas la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad que proclamó la Revolución Francesa. Algo difícil, sin duda, pero que está en nuestras manos. No creo que podamos avanzar hacia ese ideal desde las instituciones y los partidos políticos actuales. Habrá que hacerlo desde fuera del sistema utilizando todas posibilidades que nos ofrece la vida social.
P. ¿No es usted un utópico?
R. Si por utópico se entiende intentar algo que, por muy difícil que sea, entra dentro de nuestras posibilidades, ciertamente lo soy. Como es toda ética que quiera pasar de lo que es a lo que debería ser.
P. ¿Y por qué es anticapitalista?
R. Porque el capitalismo ha hecho del dinero un dios, mercantiliza todo y aumenta las desigualdades. Tiene dos características hoy temibles: no respeta límite alguno y posee una flexibilidad que engulle a cualquiera.
P. ¿Qué opina del nacionalismo?
R. El nacionalismo, del tipo que sea, puesto que existen muchos, parte del concepto de nación. Pienso que nación es un concepto oscuro. Me parece más interesante la autodeterminación. Primero se autodetermina cada uno de los individuos y después estos se deciden a favor de un determinado tipo de convivencia sociopolítica. Por cierto, no habría que olvidar que en la Segunda Internacional se discutió hasta la náusea sobre autodeterminación. Y por otro lado, que el peor de los nacionalismos se encarna en el estado.
P. ¿Hay intelectuales en España?
R. Si se trata de personas inteligentes y libres, no consigo pasar de uno o dos. Sí existe una legión de mediocres potenciada por el sistema y que comen y beben del pesebre.
P. ¿Qué opina de Fernando Savater?
R. Es una persona inteligente, valiente y que escribe bien. Políticamente estamos en ideologías opuestas.
P. ¿Está a favor del feminismo?
R. Estoy absolutamente en contra del machismo, que es una especie de racismo, y no sé a qué se espera para actuar contundente e inmediatamente. Por ejemplo, pulseras para los maltratadores, más policías para controlar las órdenes de alejamiento. Podrían sacarlos de los escoltas que están de sobra. Como están de sobra los asesores. O como es una vergüenza el sueldo de los políticos, los privilegios que les quedan o las nauseabundas puertas giratorias. Respecto a los feminismos, que pueden ser una fuerza transformadora extraordinaria, estoy más de acuerdo con unos que con otros. Me parece que destaca la crítica al capitalismo desde el feminismo de Silvia Federeci. El término patriarcado lo quitaría porque es confuso.
P. ¿Sigue de cerca la política de Euskadi?
R. Sí, todo lo que puedo, desde el silencio impresentable de todos los partidos españoles. Colaboro con la plataforma Sare que se ocupa de los presos de ETA aún encarcelados. Es una vergüenza que no se les atienda suficientemente a los enfermos, que no alcancen el grado que les corresponde y, sobre todo, es un drama los viajes e inconvenientes que tienen que soportar los familiares. Por lo demás, me imagino que el PNV seguirá gobernando durante mucho tiempo. Y no estoy de acuerdo con Bildu por haberse sumado al resto de partidos que han dado lugar al gobierno actual. Si se es coherente tenía que haberse quedado fuera.
P. ¿Castigaría usted el grito de “Viva Franco”?
R. No, aunque me molesta. Como me molesta el de “Viva el rey”. Pero las expresiones han de tener una gran libertad. Aprovecho para decir que es una aberración la admisión a trámite de una querella contra Willy Toledo, contra lo que nos hemos pronunciado algunos, menos de que los que debían. Los partidos están a la caza del sillón y lo que le pase al familiar de un preso o a quien diga algo completamente tolerable en un estado laico o semilaico le da igual. Además, el significado de las palabras depende del contexto, por lo que hay que entenderlas de manera adecuada.
P. ¿Por qué la gente no protesta lo suficiente?
R. Este es el problema. Se traga todo. Y eso tiene dos causas. Una es la de los que mandan. Ahí se dan el abrazo todos los miembros del estado, incluidos los partidos políticos. Y uno de sus cometidos es mentir, desinformar y entontecer. Y la otra el miedo, la cobardía generalizada y un seudoprogresismo que hace estragos y de lo que es responsable el individuo. Así, el capitalismo, a no ser que se peguen entre ellos, tiene larga vida.
P. No le veo muy optimista.
R. Si me fío por la evolución de los hechos sociopolíticos, es verdad. Si pienso, como pienso, que los humanos somos seres de posibilidades y el mañana puede ser distinto al pasado, mi pesimismo se matiza. Es cuestión de ganas, de compromiso real, de resistir y de actuar como si fuera posible la sociedad anhelada, porque, si no, nunca será real.